Muchas personas en Estados Unidos disfrutan de al menos una taza de café al día, y para muchos es imprescindible para comenzar la mañana. ¿No sería fantástico si esta bebida tan querida también nos ayudara a protegernos contra el cáncer? Existen indicios de que esto podría ser cierto debido a los antioxidantes presentes en los granos de café, los cuales se cree que tienen propiedades protectoras contra el cáncer.
Aunque inicialmente hubo estudios que sugerían que el café podía aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer, investigaciones más extensas y bien diseñadas han debilitado esas conclusiones. De hecho, estudios recientes han encontrado una asociación entre el consumo de café y un menor riesgo de cáncer en algunos tipos, como el de próstata, hígado, endometrio, boca y garganta.
Es importante tener en cuenta que en algunos de estos estudios se observó un beneficio en personas que consumían cantidades significativas de café, generalmente entre 4 y 6 tazas al día. Sin embargo, es importante moderar el consumo de cafeína, ya que un exceso puede interferir con el sueño, provocar migrañas y ocasionar problemas digestivos. Además, si se añade crema y azúcar al café, las grasas y calorías adicionales pueden contribuir al aumento de peso, lo cual aumenta el riesgo de cáncer en general.
Según expertos en nutrición y actividad física, como Colleen Doyle de la Sociedad Americana Contra El Cáncer, los pasos más seguros para reducir el riesgo de cáncer incluyen no fumar, mantener una dieta saludable y llevar un estilo de vida activo.
Si deseas aumentar tu ingesta de antioxidantes, una buena opción es agregar más frutas y verduras a tu dieta diaria. Estos alimentos son ricos en antioxidantes y numerosos estudios han demostrado que las personas que consumen cantidades adecuadas de frutas y verduras pueden reducir su riesgo de cáncer.
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